Consuegra and saffron.

El azafrán es una de las señas de identidad de La Mancha y por tanto también de Consuegra, de hecho, podríamos considerar que, junto a Don Quijote, el queso manchego y el paisaje de molinos de viento, es un buen motivo para hacer un viaje a un destino como nuestra ciudad. Y aunque este año el Covid - 19 no nos ha dejado celebrarlo como nos gustó, os dejamos este pequeño post para que el año que viene os hagáis un hueco en vuestro calendario.

La floración de la especia se produce, como regla habitual, durante la última semana de octubre y la primera de noviembre. En estos 15 días, la Rosa Azafrán inunda los campos manchegos, manchándose de un inmenso color púrpura. El verde de las viñas aún no ha desaparecido y el olivar rebosa de aceitunas.

La niebla del tiempo cubre cómo llegaron los bulbos a la península, pero lo que sí sabemos es que Consuegra y el azafrán se unieron en sus caminos hace más de mil años. La especia pudo venir del Lejano Oriente con los árabes, en ese momento histórico de expansión del Islam, o fue introducida por los Caballeros de la Orden de San Juan de Jerusalén cuando Alfonso VIII donó el castillo de Consuegra y todo su alfoz a la orden en 1183. La Orden fundó villas, construyó castillos, en Consuegra tenía su palacio y su sede en el antiguo reino de Castilla y León, puso en orden los cultivos e inició la repoblación de La Mancha Alta, una zona geográfica que, por casualidad, fruto de la imaginación de Cervantes, se convirtió en el escenario de Don Quijote.

Volviendo al azafrán, lo cierto es que el cultivo llegó para quedarse y se adaptó perfectamente al clima manchego. Bien podríamos decir que encajó como un guante en el calendario agrícola, ya que la cosecha del azafrán se produce justo después del final de la cosecha del viñedo y antes de la siembra del cereal.

En esa lejana Edad Media, el azafrán ya se usaba como tinte para la ropa, como condimento e incluso como colorante natural para lograr el amarillo y naranja que los amanuenses usaban para iluminar los códices medievales.

La perfecta simbiosis entre paisaje y paisanaje que se da en Consuegra tiene una faceta muy especial ya que este espectáculo de la naturaleza queda incompleto si no se degusta. Probar su sabor, envolverse en su olor y maravillarse con su color es una experiencia que no debe perderse ni una sola vez en la vida. Estamos seguros de que en las cartas o menús de cualquier restaurante Consaburense encontrarás, sin problema, una especialidad de la casa en la que el azafrán es el protagonista.

Este cultivo tradicional ha continuado en Consuegra hasta nuestros días, sin perder un ápice de su autenticidad. Tan arraigada está esta tradición que en 1963 se instituyó el Festival de la Rosa Azafrán, pionero en su género y que se celebró el último fin de semana de octubre en Consuegra. Además de los campos de azafrán, el encuentro con productores locales, los concursos de monda y el festival nacional de folclore, organizado por el grupo de coros y danzas "Rosa del Azafrán" son algunos de los eventos que se pueden disfrutar durante estos días.

  • Consuegra y el azafrán

    Consuegra ofrece al viajero esta oportunidad, de adentrarse en la tierra de Don Quijote, pasear por sus molinos, volver a la Edad Media con su castillo, pasear por sus calles mientras el aroma de la especia inunda al visitante.

    Del 24 de octubre al 28 de noviembre, Consuegra te ofrece una experiencia única en Castilla - La Mancha, disfrutando de las creaciones realizadas por los cocineros de Consuegra con el azafrán. Maridando con la especia, se acompañan de bacalao, solomillo, conejo, arroces, dulces y licores que te harán degustar la especia milenaria de mil y una formas.

    El otoño es siempre una temporada muy agradecida en Consuegra, no solo por su excelente temperatura, y por sus atardeceres, también es un buen momento para degustar productos como el mazapán que comienza su elaboración en esta época, los vinos se acaban de elaborar y se comienza con la recogida de la aceituna y, a la vuelta de la esquina, también aguardan las cebolletas que aquí se consumen como calçots.

    La experiencia no está completa sin buscar un buen lugar para alojarse y realizar una visita guiada por el patrimonio de la ciudad. Todo esto de una manera cómoda y sencilla ya que Consuegra cuenta con excelentes comunicaciones viales y grandes profesionales que harán de tu estancia en la ciudad un viaje inolvidable, sobre todo si al atardecer subes a disfrutar de uno de los momentos mágicos de la ciudad viendo el atardecer entre los gigantes más bellos de La Mancha, así mismo el amanecer también envuelve el lugar en un halo especial. Todo muy cerca de ti, no te lo pienses y disfruta el momento.

    Información práctica:

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